Niños autistas.
La mirada perdida y los movimientos repetitivos no son las únicas características del autismo, un síndrome que cada vez resulta más complejo porque al ser producto de diversos trastornos neurológicos, combinados con alguna carga genética, sus manifestaciones varían de una persona a otra.
“Los profesionales especializados en autismo, han introducido la terminología ‘trastorno del Espectro Autista’ para reflejar el espectro amplio de características que hoy en día definen autismo”, refiere el artículo Identificación y Evaluación de Niños con Trastornos del Espectro Autista (TEA).
No existe una prueba de laboratorio con la que se pueda identificar que se padece alguno de los trastornos de este espectro, por lo que el diagnóstico se hace a partir de una historia clínica del niño y la observación de cómo se desenvuelve.
“Existen entre 15 y 20 conductas autistas, esto no quiere decir que todas se tengan que presentar en un solo pequeño, sino que unas pueden o no presentarse; pero hay tres que siempre están: problemas de lenguaje, cognitivos y de socialización.
Se sabe que el diagnóstico de alguno de los TEA se puede confirmar hasta los 3 años de edad, aunque desde los seis meses de nacidos pueden presentarse una serie de “señales de alarma” que los adultos pueden identificar.
Por ejemplo, si ve que el niño no socializa, no hace contacto visual con quien le habla, se interesa más en objetos que en personas, puede ser que tenga alguno de los TEA.
Cinco años clave
Cuando se sospecha de la existencia de algún TEA en etapas tempranas, y se interviene con terapias, las perspectivas de lograr que el niño se integre a la sociedad son altas. Incluso algunos llegan a integrarse a escuelas regulares.
“Hasta los cinco de edad intelectual estos niños pueden desarrollar ciertas capacidades, si éstas no se logran antes de ese momento, que no necesariamente coincide con la edad biológica, implica que no podrán alcanzar el potencial que alcanza una persona con diagnóstico de autismo temprano”.
La mayoría de las personas con autismo pueden tener una vida plena y productiva, pero depende en gran parte de que reciban tratamiento, farmacológico o terapéutico, para que no enfrenten un rezago y sí evolucionen a lo largo de su vida.
Señales
Si observa en su bebé estas conductas, coméntelo con el pediatra para descartar la posible presencia de algún trastorno del espectro autista*:
0-3 meses
-El bebé no mira a la cara.
-No sonríe cuando se le habla.
-La voz de la madre no le tranquiliza.
3-6 meses
-No toma los objetos.
-No anticipa los brazos para que lo carguen.
-Sus piernas siempre están estiradas y tensas.
6-9 meses
-No se sienta.
-No llama con la voz.
-Llora mucho o no llora nunca.
9-12 meses
-No se pone de pie.
-No señala con el dedo.
-No balbucea usando consonantes
(d, p, m, g)
12-18 meses
-No camina
-No señala partes del cuerpo cuando se le nombran
-No se interesa por otro